jueves, 28 de enero de 2010

El agua tiene memoria

Durante los últimos 20 años, una serie de estudiosos - Grander, Emoto y Gross, entre otros - han investigado y experimentado sobre las características del agua, como su estructura se modifica respondiendo a ciertos estímulos y se conserva así.  Puntualmente, el Doctor Masaru Emoto, ha planteado que "el agua tiene memoria" y esta memoria respondería a emociones, palabras, música, imágenes, en fin a cualquier estímulo por sutil que este sea.

Masaru Emoto, cuyo trabajo se difundió ampliamente a través de las imágenes de cristales incluidas en el documental "Wath bleep do you know", desarrollo una técnica para fotografiar los cristales de agua al momento de descongelarse, captando de esta forma la "cara" de cada agua en un momento específico.  De esta forma, pudo demostrar que una fuente de agua contaminada puede cambiar su "cara" si es sometida a estímulos como meditación, música, oraciones, fotos y frases escritas.

En su libro “Los Mensajes Ocultos del Agua”, Emoto comparte resultados de sus experimentos, un ejemplo a continuación:

La foto de la derecha presenta una muestra de agua helada del lago Fujiwara, en Japón. Como usted podrá ver, la estructura del agua es oscura y amorfa, sin que aparezca formación cristalina alguna.


Después de recoger la muestra de agua anterior, el Reverendo Kato Hoki, prior del Templo Jyuhouin, realizó una meditación de una hora junto al lago.
Después de dicha meditación, se tomaron nuevas muestras de agua que fueron congeladas y fotografiadas. Tal como usted puede ver a la izquierda, el cambio es sorprendente -- la gota amorfa del ejemplo anterior ha pasado a ser una brillante y clara estructura cristalina hexagonal de color blanco.


Entonces, si somos en más de un 75% agua, ¿que sucede con nosotros cuando nos exponemos a estímulos semejantes a los de los experimentos de Emoto?.  Al igual que el agua de una fuente, el agua de nuestro cuerpo se modifica de acuerdo a los estímulos que recibe y lleva esta información por todo nuestro sistema, sanándonos o contaminándonos, según sea la estimulación.

Todo lo que ingresamos a nuestro organismo tendrá un efecto sobre nosotros, nos vemos influenciados por los olores, las emociones, las miradas, los alimentos, el agua, los buenos deseos, las oraciones, la música, las flores, los ruidos, por todo.   Siendo así, ¿no les hace sentido poner más atención a cómo nos estamos nutriendo?, en el sentido más amplio de la palabra.

Poner atención a cuan ventiladas están las habitaciones de nuestra casa, las palabras con las que nos referimos y con las que se refieren a nosotros, la música que escuchamos, las letras, los programas de la televisión, nuestros alimentos, los pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos, el agua que tomamos... ¿les parece que algo bueno puede venir por una cañería bajo tierra desde una planta donde se somete a procesos químicos y grandes cantidades de cloro?, en lo personal prefiero usar un filtro y dejar reposar el agua en la tranquilidad de mi casa dentro de un jarro en el que tengo escritas muchas bellas frases.

Debemos tomar conciencia que que somos seres energéticos que respondemos a lo concreto y a lo sutil, que somos parte de la creación, hijos de la naturaleza.  Comenzar a bendecir nuestros alimentos, nuestra agua, nuestros espacios, a todos los seres; si quieren practicarlo les regalo unas simples recomendaciones que seguro les servirán:
- Reposa el agua que usas para beber o cocinar en un recipiente transparente, decorado con fotos y palabras que te llenen de amor y esperanza.  Si puedes filtrarla, mejor.
- Prefiere la música que te relaje y de esperanza a esa que altera o deprime.  Cuando cocines pon especial acento en lo que escucha tu comida, que sea lo que quieres para ti y tus comensales.
- Bendice los alimentos y el agua, puedes hacerlo en silencio antes de servir, sin mostrarlo.  Si sabes reiki, aplícalo.
- Pon atención a tus pensamientos, no dejes que se te vaya la cabeza en malos deseos y pesimismo.  Si te cuesta controlar la mente, entrénate con meditación.
- Cuida el agua, puedes regar tus plantas con el agua en que lavas o hierves verduras (fría), el agua no es basura, es vida.
Bendiciones.



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